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Despierta y sé vegano en estos tiempos de limpieza. Parte 3 de 6.

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Los niños cuando eran más pequeños, quizás hasta cinco, siete, ocho años, aún recuerdan su vida pasada, o recuerdan el Cielo, o recuerdan a Dios. Hay una historia que ya les conté, que los padres escucharon al niño de cuatro años preguntarle al de dos años: “Por favor, dime cómo es Dios. Ya lo he empezado a olvidar”.

( Usted ha estado en retiro, Maestra, y quizás tenga más revelaciones increíbles. Por supuesto, Maestra, estaremos muy felices de conocerlas. ) Puedes verlo en las noticias también. Como Corea, hubo una explosión en un edificio en su propio país, y ahora hay paz nuevamente. (Sí, Maestra.) Así de simple. Y en algunos otros países también. Solo un poco aquí y allá. (Sí.) De lo contrario, los países en general están en paz, mucho más pacíficos que antes de los años ’50, ¿verdad? (Sí.) Un momento. Tal vez tenga algo en mi diario. (Gracias, Maestra.) Voy a ver, ¿sí? (Gracias, Maestra.) Quédate. Siéntate. (Sí.) Te rascaré tu pancita cuando vuelva. Hay noticias esperanzadoras también, porque ya están probando vacunas. (Sí, así es.) En Inglaterra y también en EE UU. (Sí.) Así que, tal vez tenemos esperanza. Un geco (lagartija) me dijo, “Sé feliz, el discípulo celoso se fue”. Sé quien es. Eso fue lo que él dijo. “Fue como si me hubiese quitado un yugo de mis hombros”. (Oh, Maestra.) Bla bla bla. Esa es una cosa negativa. Pero gracias al geco, él me hizo acordar. Eso fue el miércoles 24, y todos los problemas vinieron de inmediato. Perdí a uno de los trabajadores y luego el cuidador de los perros tuvo un accidente, no puede trabajar, y después el otro debió marcharse pronto. ¡Oh! Y otras cosas, que no puedo decirles.

Solía escribir a mano todo el tiempo. (Sí, Maestra.) No sabía mover el mouse. Y ahora estoy haciendo todo con el ordenador. (¡Vaya! ¡Maravilloso!) Yo misma mecanografío todo. (¡Vaya!) Con un dedo y medio. (¡Vaya!) (Maestra, es genial). Cometo errores pero es fácil corregirlos. (Sí, Maestra. Fantástico.) (Es muy bueno oír eso, Maestra.) Todo es muy claro. Está mejorando todo el tiempo. (Sí, Maestra.) El retiro tiene un buen propósito. Incluso para mí, muchas cosas se han vuelto más claras. Soluciones. O más mejoras para Supreme Master TV. (Sí, Maestra.) De tal, tal y tal manera. Si no les concierne, no lo sabrán. (Entiendo.) Porque recién pasé el mensaje a la persona de ese departamento. (Sí, Maestra.) Así que no todos ustedes lo sabrán. (Sí, Maestra.) Pero verán algunos cambios, aquí y allá. (Sí, Maestra.) Mejor. Por ejemplo, les dije que la introducción antes del chiste debía ser un poquito más relajada y graciosa. (Oh, sí. Sí.) No siempre la misma. (Sí.) Y escribí unos 30 y tantos de ejemplos para ellos. (Sí.) (Caramba, Maestra.) Pueden escoger su favorito y después continuar en esa dirección.(Sí.) Sino, es muy aburrido, siempre lo mismo. “Ahora es el momento del chiste. ¡Ja! ¡Ja!” Siempre igual, ¿verdad? (Sí.) Casi. De vez en cuando, ponen una coma más o un punto más. Sino, es similar todo el tiempo. (Sí.) Lo mismo con el “Consejo del día”. ¿Han visto que es diferente estos días? (Sí, Maestra.) Yo los escribí. (Oh, Maestra.) Primero solo cinco o seis, y más tarde se me ocurrieron unos 30 más. (Sí.) Pero les dije que pongan una voz simpática. Lo leen igual, ¡casi igual que antes, hombre! Dije, “Necesita tener una voz simpática”. Lo apunté. Escribí eso. Dije, “Debe acompañarse de una voz simpática”. (Entiendo.) Por ejemplo, si fuese yo, diría una de las introducciones así, “La gente está perdidamente enamorada de mí porque soy vegana! ¡Ahora inténtalo tú!” De ese modo. Pero ellos dicen, “La gente está perdidamente enamorada de mí porque soy vegana. Ahora inténtalo tú”. Tal vez su humor es ese. Tal vez quieren… Tal vez lo hicieron a propósito, porque es muy extraño. ¡Extraño no es gracioso! ¿Entendieron? (Sí, Maestra.) Y cosas como esas, escribí cosas así. Y además escribí, “¿Puedes saber cuántos años tengo? No, no puedes. Como soy vegana, ¡solo tengo la mitad de mi edad!” Algo parecido, (Sí.) Tiene que ser más como una voz humorística. (Sí.) Los hábitos nunca mueren. Es bueno que puedan leerlo ya. Es mejor ahora.

Aun si mecanografío lento, no tiene errores. Porque antes, cuando escribía a mano, a veces escribía muchas “t” o muy pocas “s”. Como escribía muy rápido, entonces algunas veces no se veía muy bien. Y luego la persona que me ayudaba a mecanografiar no lo escribía bien. (Sí.) Así que normalmente, tenía que escribir a mano y después un mensajero venía a buscarlo y volvía a traerlo a la oficina, y otra persona tenía que tipearlo. (Sí, Maestra.) Y después debían traérmelo de vuelta para revisar si habían escrito correctamente o no. ¡Eso lleva mucho tiempo! Y entonces si yo corregía una o dos palabras, la próxima vez ellos cometían otro error, en otras palabras. No tenía fin. (Sí.) En ocasiones no sé si debía reír o llorar. Porque era agotador. Y ahora yo lo mecanografío aunque sea lento, sin embargo es seguro. ¿Ven a lo que me refiero? (Sí, Maestra). Es raro que haya un error, para nada. Tal vez presiono mucho tiempo y entonces escribe dos o tres “s” pero si lo veo, suprimo una. Pero por lo general nada, hasta ahora nada, no he visto casi ninguno. (Vaya.) (Sí, Maestra.) Casi ninguno. Tal vez algunas “s” de más, pero ustedes lo entienden. Por ejemplo, digo, “saludo”. (Sí, Maestra.) “Los saludo” con dos eses, entonces deben saber que no pueden ser dos eses. “Debe ser que la Maestra escribió muy rápido o muy nerviosa”. ¡Porque el ordenador tiene mente propia! Quiero escribir aquí abajo, por ejemplo, por la mitad, y no sé, solo presiono un botón, ¡y salta hasta arriba, a la parte superior de la página! ¿Les pasa a ustedes? (A veces sí.) A ustedes a veces. ¡A mí, muchas veces! Creo que el ordenador sabe que soy una amateur y trata de engañarme. Pero me siento más feliz ahora pues puedo ser más independiente. No me gusta ser dependiente. Ser dependiente me hace sentir muy mal. Quiero decir, hace que todos se sientan mal. Porque nadie hace exactamente lo que quieres que se haga. (Sí, Maestra.) Por lo general, no. Y entonces eso causa frustración. Frustración y dolor de cabeza y mal humor. Estoy más contenta ahora, aunque trabajo más duro y tipeo más lento y todo eso, estoy segura de qué escribo, y sé qué es, y nadie comete errores. (Gracias a Usted, Maestra.) (También estamos felices, Maestra.) (Fantástico, Maestra.) Pueden ver eso, si reciben algo y no ven errores, ¡soy yo, su Maestra! (Gracias, Maestra.) Muy, muy profesional ahora, ¡con un dedo y medio! Porque el otro dedo algunas veces tiene que presionar una tecla o algo, y con el otro escribo.

O en ocasiones tengo que escanear las noticias y todo eso para que el otro grupo lo vea, o para que pueda leérselo a ustedes, algo así, para que tengan cuidado y se protejan. Incluso la OMS (Organización Mundial de la Salud) le está diciendo a la gente que no es seguro. (Sí). (No es seguro, Maestra). Tienes que protegerte de verdad. Aún no es seguro. No se va: ¡sigue volviendo! (Sí, Maestra.) Antes, eran más de un millón (de casos de COVID-19) y sentíamos “¡Caramba!” Y ahora son más de 9 millones, creo que ya son diez, oficialmente. (Sí, Maestra). Pero extraoficialmente, es más que eso. (Sí). Tres veces, al menos, más que eso. (Sí, Maestra.) No entré en detalles, pero sé que es mucho, mucho más que nueve millones. (Sí, Maestra.) (Sí, eso es cierto.) Así que aún no nos ha abandonado. (Sí, Maestra.) Quiero decirles esto en caso de que lo pongan en [Supreme Master] TV para nuestra gente. (Entiendo, Maestra.) La gente de afuera, no espero que me escuchen. Espero que lo hagan, pero no sé si lo hacen, porque realmente no me conocen y no sé si le creen a una mujer mayor como yo diciendo eso. “¿Quién es Usted para decir eso?” Digo todo esto para la gente, para que tengan más cuidado. No es divertido estar enfermo, en especial este tipo de enfermedad. (Sí, Maestra). Termina contigo y te tortura antes. (Sí, Maestra.) Espero que realmente escuchen, los de afuera de nuestro grupo, pero no lo creo. Al menos nuestra gente, ellos saben. (Sí, gracias a Usted, Maestra.) Porque todavía es realmente muy urgente. (Sí, Maestra.)

Muchos países no hacen tests a la gente, o los testean menos, o solo a algunos porque no quieren que la cantidad sea muy elevada. (Sí.) Si no, no pueden reabrir. (Sí, Maestra.) Pero de hecho, no es muy aceptable ¡porque enviamos a los niños a la escuela! (Sí, Maestra.) Eso no está bien. Es fácil que ellos se enfermen cuando están juntos en grupo. Así fue en la historia, con la gripe española. Un grupo de niños tiene más infección. Si van al colegio, se infectarán unos a otros porque el número es grande. Y luego van a casa, infectan a otros niños, infectan a miembros de la familia. (Sí, Maestra.) Esa fue la experiencia con la gripe española. Pero el gobierno no puede hacer mucho. Si continúan confinando a la gente, tendrán una revolución. Y tienen mucho de qué ocuparse ya en este momento. Hay protestas en todas partes, por muchas cosas: por la pandemia, por los racistas, por muchas estatuas incluso. estatuas que quieren derribar o erigir. Es caótico allá fuera. (Sí, Maestra.) Estamos a salvo en nuestro propio nicho; no lo sabemos. Pero pueden verlo en las noticias, si leen las noticias. (Sí, Maestra.) Pueden, ¿verdad? Ustedes son inteligentes. Yo soy la única que no conoce como encontrar las noticias. Un chico puso unas apps en mi iPhone para mí. Tuve mi iPhone hace dos años, o dos, tres años, finalmente. Es tan práctico para mí ahora. Imagínense, ahora ¡su Maestra es muy inteligente! (Sí, Maestra.) (Estamos orgullosos de Usted, Maestra.) (Genial, Maestra.) Sí. ¡Aplaudan, aplaudan! Sí, sí. Son mi espíritu de apoyo. (Lo somos, Maestra.) Hace que siga, que continúe. (Sí, continúe, Maestra.) Más independencia es bueno para mí. Estoy de mejor humor. (Sí, Maestra.)

Esa es la razón de que la mayoría de los chicos, adolescentes, no es solo porque su cuerpo crece demasiado rápido para que ellos lo manejen, también es porque son muy dependientes de sus padres o de los adultos, de su tutor o padre de acogida, su padre, quien sea. Porque son muy dependientes. Los niños, porque ellos son nuevos en nuestro mundo. Cuando eran bebés, aún se conectaban con los Cielos. Y cuando son adolescentes, aún tienen este persistente recuerdo subconsciente de libertad, de los Cielos. Si ellos no son del infierno, por supuesto. Entonces, nacer en el cuerpo se siente restringido ya. (Sí, Maestra.) Y luego tienes que pedir permiso para todo. Y casi todo lo que haces está mal. Los adultos siempre te señalan que haces esto mal, que haces aquello mal, pero no te dicen, eso lo haces bien, lo haces correctamente. En general no. (Entiendo.) Así que, se sienten muy restringidos. (Sí, Maestra.) Y tienen que pedir permiso para todo. Incluso para un helado (vegano), tienen que pedir dinero, si un padre les da o no les da, o si quieren ver una película, no pueden; no pueden ir a ver esa película. Para todo tienen que pedir permiso, casi. Incluso si salen con amigos, tiene que ser un cierto tiempo y después regresar. (Sí, Maestra.) Sino, no tendrás tu paga mensual o tu paga diaria, o te quitan el ordenador, o lo que sea. O serán castigados a su cuarto. (Sí, Maestra.) Es decir, no pueden salir. Como el confinamiento ahora. Y en ocasiones los chicos no hacen nada malo, es solo la situación que hace parecer que hacen algo malo. (Sí. Comprendemos.) Y ellos no saben cómo expresarse. Me sucedió a mí, por eso lo sé. (Sí.) No sabes explicarte. No sabes defenderte. Entonces estás como atorado, y es sofocante y frustrante. Por esa razón los niños cuando crecen, y son adolescentes, se vuelven difíciles. (Entiendo.) (Sí, Maestra.) Pueden entender por qué, ¿verdad? (Sí, Maestra.)

No es que sean malos ni nada, es solo que algo dentro de ellos no puede sentirse libre. Y se sienten muy limitados por muchas cosas en este mundo. El lugar de donde vinimos era diferente. (Sí, Maestra.) Los niños cuando son más pequeños quizás hasta los cinco, siete, ocho, aún recuerdan su vida pasada, o recuerdan el Cielo o recuerdan a Dios. Hay una historia que ya les conté, que los padres oyeron por casualidad que el niño de cuatro años le pedía al de dos años, “Por favor dime cómo es Dios. Ya he empezado a olvidar”. (Vaya.) Es cierto, podría ser cierto. (Sí, Maestra.) Cuando yo era pequeña, oía una vibración interna (Celestial), una melodía interna (Celestial), todo el tiempo. (¡Guau!) Y miraba las estrellas y pensaba que era el sonido de las estrellas. (¡Oh!) Creía que las estrellas hacen música, hacen ruido, hacen un sonido. Eso es lo que pensaba cuando era una niña. (Sí.) Así que siempre miraba a todas las estrellas. Quería hacerles saber que yo las oía. Quería decirles que ellas son bellas, bellas. Y creía que la Luna y el Sol hacían música también. Porque está en todas partes. Pero claro, solo cuando estaba despierta, lo oía. Cuando dormía, no sé si lo oía. Cuando estaba despierta, veía las estrellas, entonces creía que eran las estrellas las que creaban esa clase de sonido. Y también cuando estaba despierta, veía el Sol y pensaba que el Sol lo hacía. (Entiendo.) O que la Luna lo hacía. La edad de la inocencia es adorable.

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